Mientras su padre cocinaba, su hijo se acercó cabizbajo, se dejó caer pesadamente sobre una silla, y comenzó a decirle: “Papá, ¿por qué la vida es tan difícil? Me siento tan cansado y sinceramente hay momentos en que no quiero seguir batallando. Lucho lealmente, soy esforzado, me sacrifico por otros, pero aparecen problema tras problema. Cuando soluciono uno, aparece otro. Papá, estoy cansado”...